Según ha señalado el director general de Grupo Main, José Parra-Moreno, “de todos los
activos que va a recibir el banco malo, el de más difícil salida es el suelo. Con el stock de viviendas en venta que existe actualmente, y por muy
barato que esté el suelo, ningún promotor o constructor va a adquirirlo de momento, máxime cuando presumiblemente no existirá financiación para su desarrollo”.
Los 13 millones de metros cuadrados de suelo que va a recibir el banco malo, se encuentran en distinto estado de desarrollo urbanístico.
Los hay desde puramente rústicos –campos– hasta solares totalmente urbanizados.
Para José Parra “los menos difíciles de vender serán los solares. Aquellos otros suelos en los que no esté -al menos iniciado-
su planeamiento urbanístico, será prácticamente imposible la venta ni siquiera a largo plazo. Por eso, en nuestra opinión, Sareb deberá acometer cuanto antes la labor de
impulsar y desarrollar instrumentos de planeamiento previos a la urbanización, para la puesta en valor de aquellos suelos que tengan algún potencial de comercialización, aunque sea a medio
plazo”.
La bajada en el precio del suelo ha propiciado la proliferación de comunidades de propietarios o cooperativas
que están adquiriendo opciones de compra para desarrollar proyectos particulares. Según Parra “la única salida que tiene la venta del suelo actualmente es la auto-promoción,
pero para ello es fundamental que el suelo sea urbanizable o esté ya urbanizado. Por eso, Sareb deberá dotarse de los recursos técnicos necesarios para desarrollar y dotar de valor a esos activos
concretos”.
Fuente: Construarea
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