Este tipo de bombillas fue inventado en 1.879 por
Thomas Alva Edison y desde ese año llevan luciendo
en todo el mundo.
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Edison con una réplica de su primera bombilla incandescente de unos 12 vatios
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De la energía que consumen un 95% se transforma en calor y únicamente el 5% es aprovechado para dar luz.
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Emisión de calor de una bombilla de bajo consumo (izquierda) y una incandescente
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Actualmente existen en el mercado alternativas mucho más sostenibles y económicas, a medio y largo plazo, a esta forma de iluminación tan poco ecológica.
Fuente: blogmedioambiente
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